miércoles, 3 de junio de 2009

La cuenta toca a su fin

Nos acercamos al final. Se acabó. El día del estreno se asoma tras el telón, mientras todos y cada uno de los miembros de la compañía pergeniamos muecas de nerviosismo, incertidumbre, expectación y, por supuesto, alegría.

¿Qué va a suceder? ¿Qué toca ahora? ¿Cómo vamos a acabar?

Seis días...

Y sin más cosas en la cabeza que la obra de teatro. Ni siquiera me da para escribir una entrada decente.

sábado, 14 de marzo de 2009

Tango (para varios)


Pasión. Desenfreno. Amor. Odio. Lujuria. Celos. Tropezones. Patadas. Pisotones... es el tango de Laura Morrigan.

Miki ha tenido que sufrir en sus propias carnes la tensión de tener que dirigir una de las escenas más complicadas de El Delirio de Laura Morrigan: la escena del baile. A pesar de estar versado en la cuestión de bailar el tango, Miki ha tenido que transmitir sus conocimientos a Ana y a Pedro. Y, desde luego, no ha sido fácil.

Primero ha habido que ajustar los pasos a la canción que hemos escogido (secreto de sumario) y al diálogo (más secreto de sumario todavía). Después, Miki ha comenzado a enseñar los pasos básicos a los actores, provocando que alguno acabase con las piernas anudadas al hacer el ocho (una figura del baile, claro). De todos modos, los actores son de categoría, así que fueron capaces de bailar el tango al ritmo de la música. Lo de decir el diálogo a la vez que bailan es otro cantar. Eso lo procuraremos ensayar más adelante. De momento, cada vez que bailan, el diálogo lo vamos leyendo Cristina y yo, para procurar que todo coincida.

Y la escena quedó preciosa. A pesar de tener a Rubén y Cristina tratando de seguir los pasos de Pedro y Ana de una manera un tanto... ortopédica, digamos.

De todos modos, dejo unas pequeñas directrices por si quieres bailar el tango en casa con alguien:

1-Asegúrate de que estás en un espacio abierto (a ser posible, que no haya nada frágil alrededor ni personas con hemofília).

2-Bailar con tacones es sólo para bailarines expertos.

3-Cada pisotón imprime carácter.

4-El tango es un baile de distancias cortas y pasional, pero no justifica que se puedan restregar nuestras partes pudentas con las de la pareja.

5-La línea entre poner la mano en la espalda y en las posaderas es muy delgada.

6-Es imprescindible que los pasos vayan al ritmo de la música.

Menos mal que ningún argentino presenció el tango...

Bromas a parte, quedó muy bien. Después de ensayar el tango, hicimos una lectura del libreto para repasar la entonación adecuada para cada escena y Carmen y Ana no fueron capaces de dar una a la primera. Hubo más balbuceos que en una barra libre.

Y un, dos, tres, cuatro...

miércoles, 11 de marzo de 2009

Sobre Julia


Julia es una mujer optimista, vital, feliz de vivir su vida tal y como la vive. Si algo de lo que sucede a su alrededor no le gusta, se esfuerza por cambiarlo hasta que sea de su agrado. No huye ante los problemas y trata de mantener la calma ante cualquier situación.

Julia es la mejor amiga de Álvaro, ambos se conocen desde la época del instituto. Álvaro siempre ha tenido mucha confianza en su amiga, que siempre ha aconsejado a Álvaro con objetividad, haciéndole llegar a sus propias conclusiones y nunca imponiendo su criterio personal. Y, si no puede aconsejarle como se merece, por lo menos siempre trata de arrancarle una sonrisa.

Su relación con Laura siempre ha sido cordial, pero algo tirante. De todos modos, Julia siempre está viajando, a veces por largos periodos de tiempo, pues se dedica a la escritura de novelas de viajes, aunque no suela hacer ninguna referencia a su profesión.

De todos modos, su modo de vivir tan satisfactorio y pleno desata las iras de muchas personas de su alrededor...

¿Sufrirá el delirio?

lunes, 9 de marzo de 2009

Sobre Álvaro


Hace semanas que lo propuse y ya va siendo hora de cumplirlo. Hora de presentar a los personajes como se merecen. Comenzaremos por el marido de Laura Morrigan, Álvaro.

Álvaro es un hombre que se dedica a existir sin esperar nada grato de la vida más que evitar dolores de cabeza. No es que las cosas le gusten tal y como van, pero a fin de cuentas piensa que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Y aunque se dé cuenta de que no vive como le gustaría, no va a hacer absolutamente nada por cambiarlo.

A pesar de que el hastío es su gran defecto, Álvaro quiere a Laura. De todos modos, comienza a pensar que su mujer no le ama porque es un empresario desastroso y eso le hace dudar de su propio amor. Está llevando la empresa del difunto padre de Laura a la quiebra y no sabe hacer otra cosa que quejarse para solventar el problema lo que, desde luego, no va a solucionar nada.

No es dado a los vicios. Está tan poco acostumbrado a beber que, cuando lo hace, se emborracha enseguida.

Cuando Álvaro se enfada, lo más probable es que se acabe marchando de donde esté, dando la espalda a sus problemas. En muy contadas ocasiones, desata su rabia interior gritando, tirando cosas e incluso enfrentándose al origen de sus quebraderos de cabeza. Pero no es lo habitual.

A pesar de todo, es un hombre fiel y noble, aunque tiene que aclarar sus sentimientos.

¿Será víctima del delirio?