Nos acercamos al final. Se acabó. El día del estreno se asoma tras el telón, mientras todos y cada uno de los miembros de la compañía pergeniamos muecas de nerviosismo, incertidumbre, expectación y, por supuesto, alegría.
¿Qué va a suceder? ¿Qué toca ahora? ¿Cómo vamos a acabar?
Seis días...
Y sin más cosas en la cabeza que la obra de teatro. Ni siquiera me da para escribir una entrada decente.
miércoles, 3 de junio de 2009
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